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Nikon FE

1978

La Nikon FE es una de esas cámaras que no puedes dejar de mirar. La  primera en tener obturador electrónico, con sistema automático TTL y un circuito integrado denominado boomerang. Tecnología completamente nueva y que lleva utilizándose hasta nuestros días.

Diseño

100%

Peso

70%

Posibilidades

100%

Resultados

100%

Cómo funciona la Nikon FE

Es una cámara profesional de finales de los 70s, con muchas novedades con respecto a modelos anteriores, capaz de tomar fotografías en muchas más situaciones y con un control absoluto sobre la escena.

La lente es la que se encarga de establecer la apertura y desde ahí todo es coser y cantar. El fotómetro (TTL) nos indica a través del visor la velocidad para una correcta exposición, de la misma forma que podemos ver, sin despegar el ojo tanto la velocidad de obturación como la apertura.

El modo automático es un modo prioridad de apertura, en el que la cámara establece los parámetros una vez nosotros decidimos la apertura.

También dispone de un modo completamente mecánico, muy útil para situaciones en las que no tenemos batería. De esta forma puedes estar tranquilo, que nunca te quedarás sin opciones. La velocidad mecánica es de 1/90.

Otra cosa muy interesante de esta cámara es la posibilidad de realizar doble exposición. Es muy sencillo y ofrece unos resultados muy interesantes.

Lobo Nikon

Experimentando con la Nikon FE

Para empezar, si tienes pensado hacerte con una cámara así, lo primero que debes hacer es asegurarte del buen estado de la misma. En mi caso es una reliquia que encontré y decidí rescatar para este proyecto.

Instalé un carrete y me puse como loco a hacer fotografías. Comencé utilizando el modo mecánico, ya que no disponía de batería. La primera mitad del carrete fue completamente manual, con una velocidad de 1/90 que te permite prácticamente todo a la luz del día y controlando la luz.

Una vez me hice con una batería, me sorprendió la facilidad que tiene la cámara y la velocidad que adquieres en modo prioridad de apertura para tomar fotografías muy interesantes, incluso cuando la luz es muy tenue.

El carrete de prueba que utilicé fue un ILFORD HP5 Plus400, que ha dado unos muy buenos resultados para las pruebas que he ido haciendo. Mucho grano, pero muy correcto.

La cámara pesa lo suyo, por lo que no siempre es cómoda de llevar. Después de probar la Olympus EE-2 que la podías llevar en el bolsillo de la chaqueta, compruebas que este tipo de cámara tiene sus momentos.

Eso si, las posibilidades son tan grandes, que merece la pena llevarla al cuello siempre.

Conclusiones

Es una cámara única. Es fácil de utilizar con unos conocimientos básicos de fotografía, los resultados son muy buenos y la sensación de la palanca de arrastre es espectacular. Todo es fluido con ella. El enfoque es suave y sencillo de comprender.

Es probablemente una de las mejores cámaras analógicas para obtener siempre buenos resultados. Apenas necesitas nada y la oferta de lentes está a la altura de la marca.

Algunas de las imágenes tomadas con esta cámara están en @itcanph_film