Olympus EE-2
1968
Cámara mecánica completamente automática de finales de los años 60. Tiene la particularidad de ser una cámara de medio formato, (half frame), esto significa que cada fotograma o exposición se divide en dos partes. De esta forma un carrete de 36 se convierte en uno de 72. Muchas más posibilidades para jugar con ella.
Objetivo D. Zuiko de 30mm f/3.5 medianamente luminoso. Las células de selenio se distribuyen por el frontal del objetivo para hacer funcionar el exposímetro.
Cómo funciona la Olympus Pen EE-2
Es una cámara concebida para dispararse en modo automático siempre. El problema que nos encontramos es que el exposímetro se alimenta gracias a la célula de selenio, y de estar estropeada, no te quedará otra que utilizar el modo pseudo-manual.
Tiene dos velocidades, 1/200 en automático y 1/40 en modo manual. El funcionamiento es sencillo, en modo automático la cámara trata de exponer a 1/200, si llega el caso de necesitar más luz que f3.5, bajará la velocidad a 1/40 y tratará de hacer la foto, de no poder hacerla saldrá en escena la bandera roja, advirtiéndonos.
Con la bandera roja no podremos sacar la fotografía. En modo manual podremos tomar la fotografía siempre entendiendo que la velocidad será de 1/40 y la apertura la que nosotros elijamos.
El foco es fijo, lo que nos permite despreocuparnos por el enfoque. La Olympus Pen EE-2 nos permite sacar cualquier escena enfocada a partir de los 3 metros de distancia.
La Olympus Pen EE-2 tiene la capacidad de pasar desapercibida, es pequeña y te permite hacer hasta 72 fotos en un mismo carrete. Al no tener que preocuparnos por el enfoque, la cámara resulta bastante rápida para fotografía callejera.
Experimentando con la Olympus EE-2
Para empezar, si tienes pensado hacerte con una cámara así, lo primero que debes hacer es asegurarte del buen estado de la misma. En mi caso es una reliquia que encontré y decidí rescatar para este proyecto. Me echaba para atrás el hecho de que no saltara la señal roja que debería indicar una baja exposición; se supone que cuando la cámara en modo automático no detecta luz suficiente, salta una banderita roja y bloquea el obturador. En mi caso esto no sucedía, por lo que sobreentendí que el fotómetro estaba estropeado.
Lo más sorprendente al coger la cámara por primera vez es su peso. Es bastante más pesada de lo que aparenta, más cuando estamos acostumbrados a cámaras que pese a ser más grandes, al estar construidas en su mayoría de plástico, no pesan de esta manera.
El carrete de prueba que utilicé fue un ILFORD HP5 Plus400, que ha dado unos muy buenos resultados para las pruebas que he ido haciendo.
El modo automático en mi caso no ha funcionado, así que solamente ha expuesto correctamente medio carrete. Puesto que era de prueba, ha salido bastante bien. El otro medio carrete que sí ha salido bien lo disparé en modo manual, jugando con otros exposímetros y probando reglas de exposición. El experimento ha sido bastante divertido, pese a todo no ha salido todo lo que me hubiera gustado, ya que de las 72 exposiciones posibles, he podido rescatar pocas fotografías.
Conclusiones
Es una Point and Shoot, te permite más exposiciones con un mismo carrete. Llegar a 72 fotos te permite ser más creativo, además, al compartir frame, cada foto cuenta una historia al ser acompañada.
Me ha gustado la experiencia, es una cámara relativamente rápida de usar, al no tener que enfocar, las fotos tienden a salir siempre. La velocidad de 1/40 es limitante, por lo que no siempre es lo más cómodo.
Es una buena opción para experimentar. Para documentar.Hay que tener en cuenta que es una cámara con más de 60 años de vida. Lo que hace de ella algo tan especial es precisamente eso. Que no importa la cámara, sino el seguir haciendo fotografías y pudiendo usarla.
La recomendaría a cualquiera que le guste la fotografía, porque lo va a pasar en grande. Al final en lo que consiste es en hacer fotos diferentes. Y con esta cámara puedes contar historias completas con su medio frame.