Fotografía del Camino de Santiago
Como fotógrafo, cada viaje que uno hace, es una oportunidad enorme de fotografiar cosas nuevas. Salir del círculo de la rutina es una oportunidad para descubrir colores, encuadres y hacer algo que normalmente no hacemos, que es dejarnos llevar. Esta es la oportunidad de descubrir la fotografía del Camino de Santiago.
En cada viaje que tomamos, nos llenamos de experiencias y somos capaces de ver las cosas como no las vemos en casa.
Haciendo las maletas para hacer el Camino de Santiago, pensaba en el equipo que me iba a llevar a la aventura. Tengo en mi haber varias cámaras, distintas marcas, objetivos, filtros… ¿fotografía analógica o digital?
Entonces llegué a una conclusión. No haría lo típico y no me llenaría los bolsillos de tecnología. Una Ricoh Gr y una Fuji. Un 24 mm en la compacta para casi todo y un 50 en la otra para todo lo demás. Filtros fuera, sin polarizadores, sin densidad neutra… todo fuera. La fotografía del Camino de Santiago consiste en ser austero en material, llevarlo siempre encima supone una carga enorme.
Mi fotografía se basa en composiciones minimalistas, colores vivos y líneas rectas. Ese era el objetivo, captar lo que viese sin perder la esencia de lo que me define como fotógrafo. Y es que cuando viajamos, tendemos a olvidar cuales son nuestras preferencias fotográficas.
Galería de imágenes
El viaje consistió en varios días caminando, con mi Ricoh GR a la cintura y en la mochila la Fuji. La Ricoh tiene una particularidad, es muy angular, lo que permite que todo entre en el encuadre. Esto dificulta mi estilo fotográfico, tan minimalista a veces, que todo entorpece el resultado. Pero lo que es cierto es que te hace aprender, cada fotografía es un reto. Luego, cuando vuelves al 50 mm te quedas prendado de la facilidad que encuentras al encuadrar ciertas cosas.
Es un ejercicio. Probablemente, y esto no es más que un pensamiento, la Ricoh GRIIIx sea la cámara perfecta, ya que porta consigo un 40 mm que la hace más efectiva para mi estilo fotográfico.
El estilo personal
Mi fotografía tiene su propio estilo. La fotografía del Camino de Santiago tenía que ser personal, distinta. Trabajar el estilo personal en la fotografía es la que hace que tenga sentido llamarse a uno mismo fotógrafo.
La realidad es una, la forma de percibirla es infinita.
Después de varios días andando, intentando retratar todo lo que iba pasando a mi alrededor, me di cuenta de que mi estilo es lo que se mantiene en el tiempo.