¿Fotografía digital o analógica?
Bienvenidos un día más a este blog en el que nada tiene sentido, ni orden, ni concierto. Si bien hace unos días hablábamos de diseño 3d, de renders y de cosas abstractas, hoy volvemos a hablar de fotografía y de elecciones completamente subjetivas.
Y sí, la elección del tipo de formato es completamente subjetiva. Todos podemos atender a las bondades que ofrece la fotografía digital, creo que nadie duda de que la fotografía digital es el presente y el futuro. Pero al mismo tiempo, muchos nos hemos visto abocados a rememorar tiempos pasados y volver a fotografiar en formato analógico. Esto tiene su razón de ser en el proceso analógico, en el proceso químico.
Una de las características del mundo digital es su velocidad, su constante cambio y su obsolescencia inmediata. Alcanzas a ahorrar dinero para tu primera full-frame y te topas de golpe con que el modelo siguiente ya está en el mercado con unas características completamente «revolucionarias» desde el punto de vista Marketiniano. Te promete fotografías en ráfaga de cincuenta fotogramas por segundo, enfoque al ojo y al cuerpo en movimiento, 4k y true color, como si eso fuera lo único importante.
Esta no es una crítica al sistema, al contrario, es una realidad que se nos presenta ante nuestros ojos y que nos mejora como fotógrafos por la facilidad con la que ahora podemos acceder a mejor tecnología a precios menos desorbitados. Pero al mismo tiempo nos aleja de lo tradicional, de lo que para muchos significa la fotografía y su arte. Esa es la realidad por la que muchas personas tienden a volver a lo analógico, a lo tangible.
Fotografía analógica
Cuando algunos de nosotros éramos jóvenes, la única fotografía que existía era la analógica, los niños criados en los años 90 crecimos viendo el cambio tecnológico y aprendiendo de él. Pero nos quedamos con el gusto por lo que ahora llaman vintage. Pero más allá de este fenómeno, lo que nos ha llevado a muchos fotógrafos y diseñadores a volver al carrete de 36 o 24 fotogramas ha sido una suerte de pausa en un mundo que no deja de avanzar.
La fotografía analógica tiene esa capacidad de parar el tiempo, de hacer que nos tomemos las cosas de otra manera y que entendamos mejor todos los conceptos que en el mundo digital tendemos a obviar y en la mayor parte de casos olvidar.
Con la imposibilidad de disparar la misma escena infinidad de veces, viene la capacidad creativa de adelantarnos a un resultado. Medir la luz antes de llevar el ojo al visor es algo que para algunos se antoja una tontería, pero que para muchos es la verdadera esencia de la fotografía. Porque no siempre la cámara elige bien los parámetros, somos nosotros quienes debemos parar y recapacitar sobre la escena que tenemos delante.
Esta es la esencia de lo que muchos buscamos en la fotografía. Ser capaces de prever un resultado, viendo una escena y adelantándonos a cómo va a quedar, no lanzarnos a obturar y seguidamente mirar la pantalla. Este es un ejercicio que deberíamos hacer más a menudo.
Algunas ventajas
Disparar en film tiene sus ventajas, como son la de pausar el proceso, hacerlo tangible, llevar a cabo un recorrido desde la toma hasta el resultado. El proceso en la actualidad tiene muchas más ventajas que en otros tiempos, pudiendo revelar en casa y escanear los negativos, pudiendo llevar proyectos enteros desde su nacimiento. Esto es una de las mayores satisfacciones de la fotografía analógica, revelar tus propios negativos. Al mismo tiempo le añade el romanticismo de hacerlo tangible.
El hecho de que la cámara sea completamente mecánica, es una de las sensaciones que más gustan a los fotógrafos. El hecho de arrastrar la palanca para disparar la siguiente fotografía es algo único, que representa bien el olvidarnos por completo del fotograma anterior. Lo que nos hace centrarnos automáticamente en el siguiente, en el momento actual.
Como os comento, el film tiene mucho que ver con las sensaciones. La mente está más preparada para fotografiar cuando este proceso mental tiene lugar.
y desventajas
Otra cosa son los resultados. La capacidad de la fotografía analógica depende de nuestra maestría como fotógrafos, pero al mismo tiempo requiere de un proceso que puede arruinar por completo nuestro carrete. Un carrete puede quedar velado, puede sobreexponerse por alguna fuga de luz o puede arruinarse al procesar los negativos, puesto que todo depende de un proceso completamente manual. Esto está muchas veces fuera de nuestro alcance, no podemos predecir cómo quedarán algunas fotografías o cómo es el estado de la cámara. No siempre sale todo rodado.
Al mismo tiempo, las limitaciones físicas de cada carrete hacen que sus fotografías tengan que adecuarse completamente a dichas restricciones. No podemos hacer fotografía en un día cien por cien soleado con un ISO de 800 y una cámara que no obtura a más de 1/1000, eso puede hacernos perder fotografías o nos puede frustrar, al mismo tiempo es una condición por la cual volvemos al mundo de las sensaciones, estar preparado para las circunstancias nos hace mejorar como fotógrafos.
Cada carrete es distinto, podemos hacer fotografías a color con Kodak Portra 400 o podemos jugar con el clásico blanco y negro de ilford. Lo que no podemos es hacer una fotografía a color con un carrete que no lo procesa, ni podemos diseñar escenas muy complejas con carretes baratos porque no captan bien algunos colores. Las limitaciones por supuesto son perceptuales, no todos tenemos las mismas necesidades, y si disparamos en carrete sabemos que esto va a pasar.
Fotografía digital
Hace veinte años, la fotografía era únicamente analógica, al menos para el gran público. Esto fue cambiando en una transición hacia lo digital en los 00, cuando entraban en escena las primeras cámaras digitales para el gran público, con un coste enorme y que ante los ojos de ciertos fotógrafos no duraría. Pero lo cierto es que la irrupción de la fotografía digital cambió por completo el paradigma, abrió el mercado y situó a cualquiera de nosotros como posibles fotógrafos profesionales. Las posibilidades pasaron de 36 fotogramas a infinitos, de papel a pantalla.
Vivimos en una era de revolución tecnológica sin precedentes, tenemos ante nosotros el mayor abanico de posibilidades de toda la historia de la humanidad. Esto tiene sus ventajas, pero también sus inconvenientes. El mundo del marketing también nos hace en muchas ocasiones, dudar de nuestras capacidades o de nuestras herramientas.
La fotografía digital tiene muchas ventajas sobre la analógica. Las principales ventajas son la velocidad, la capacidad de edición, la calidad y las posibilidades. En la actualidad tenemos varias tendencias tecnológicas que nada tienen que ver con la capacidad del fotógrafo o del editor de la fotografía. Hablamos de la fotografía computacional, que está muy de moda en los teléfonos inteligentes. Esta es una característica que permite a cámaras con un sensor microscópico, mejorar la calidad de imagen a límites insospechados hasta la actualidad. Y otras tendencias que están más relacionadas con el mundo audiovisual que con el fotográfico propiamente dicho. Grabación en 4k con sensores APSC es una de las novedades que nos encontraremos a lo largo de los próximos años, que generan más ventas que un sensor Full-Frame de alta resolución para fotografía.
Como podemos observar, la fotografía digital va evolucionando a pasos agigantados hacia un concepto nuevo.
Pero entonces, ¿qué es mejor?
Desde luego no existe una respuesta correcta a esto. ¿Fotografía analógica o digital?
Lo importante es ir generando un estilo propio dentro de la fotografía. Mejorar nuestras cualidades como fotógrafos e ir ganando en confianza de cara a mejorar nuestras aptitudes. Lo mejor es siempre entender qué es lo que queremos conseguir con la fotografía. Ser capaces de entendernos a nosotros mismos y aprender de cada una de las experiencias que vayamos acumulando. En el mundo profesional es lógico pensar que la fotografía digital nos va a dar muchas más facilidades. Pero también debemos recordar que los fotógrafos somos nosotros y que si hacemos fotografía analógica y confiamos más en esos resultados, lo mejor será siempre hacer nuestra fotografía.