Los veranos de color son los veranos que merece la pena recordar.
Hace un tiempo que deseaba compartir las fotografías con un formato de este tipo, en el que poder compartir mi forma de ver el mundo. La forma en la que las cosas toman por si mismas espacio.
Aquí os dejo un verano para recordar.
Un verano para recordar. Esto es lo que se me queda de 2020. Ser conscientes de la suerte que tenemos, de la juventud de la que disponemos y de los recuerdos que debemos guardar.
El tiempo no es más que el momento que vivimos. La fotografía es el momento que ya pasó. Y es para siempre.
Tengo la suerte de haber encontrado un arma en una cámara. Un arma que únicamente dispara fotografías, pero que deja para siempre la impronta de un recuerdo. Me comunico con el mundo a través de la fotografía, porque así es cómo la realidad se convierte desde mis ojos a mi recuerdo.
La fotografía compositiva es la que más me atrae, la que mejor funciona en mi mente. Componer es parte de mi vida, porque a fin de cuentas soy diseñador gráfico y vivo componiendo escenas para otras personas. Pero con una cámara soy libre de imaginarlas y regalármelas a mí.
Podéis pasar por mi canal de YouTube para ver el vídeo y otros que iré publicando, así como por mi Instagram.