La regla de las diez mil horas aplicada a la fotografía
Sobresalir en cualquier disciplina requiere de mucha práctica, todos estaremos de acuerdo en esta afirmación.
Todos, de la misma manera, somos conscientes de que existe gente con ciertas facilidades ante los mismos estímulos, gente que nace con un cierto «don». Pero siendo realistas, esas personas con este cierto «don», requieren de práctica y perseverancia para llegar a ser los mejores realizando cierta tarea.
Cuando uno se plantea que quiere ser fotógrafo profesional, muchas veces no tiene en cuenta qué es ser fotógrafo. Como comentaba en anteriores entradas de este mismo Blog, cuando quieres ser algo, lo que tienes que hacer es practicar. Pero no siempre es fácil, tiendes a poner excusas y no sueles tener la capacidad económica suficiente para tener la mejor cámara o el mejor equipo.
Aunque lo repita mil veces, no está de más hacerlo una vez más, la práctica hace al maestro.
”El talento no se puede suplir, pero puedes llegar al éxito con esfuerzo y perseverancia
La experienciaFotografía de los inicios
En que consiste la regla de las 10.000 horas
En los años 90 se llevaron a cabo una serie de estudios acerca del rendimiento de un grupo de personas dentro del mundo de la música. K. Anders Ericsson, un psicólogo especialista en los estudios del rendimiento humano, quiso demostrar científicamente cómo afecta la práctica de una tarea a su perfeccionamiento y profesionalización.
Su objetivo era demostrar que a través de diez mil horas de práctica, se podría llegar a dominar cualquier tipo de tarea. Más tarde, Malcom Gladwell, autor del libro Los fuera de serie, la difundió dando ejemplos de diferentes ámbitos como la música, el deporte y los negocios como Bill Joy o Bill Gates. Fue entonces cuando se popularizó este tipo de entrenamiento.
El experimento inicial comenzó con niños de 5 años, que fueron separados en grupos según su capacidad para tocar una serie de instrumentos musicales. Los niños practicarían la misma cantidad de horas hasta los 8 años, entonces variarían la cantidad de horas semanales dependiendo de su talento, siendo los niños más talentosos los que acabarían tocando más horas. Finalmente, los niños que, tras ir aumentando paulatinamente el número de horas de práctica, llegaron a acumular 10.000 horas, fueron los que se posicionaron como músicos profesionales. No así los alumnos que no llegaron a las 6.000 horas, que se convirtieron en profesores de música.
”Salir a la calle y hacer fotografía es la única forma de aprender. Todos los días, obsesivamente.
La experienciaFotografía de los inicios
Lo controvertido de la regla de las 10.000 horas
Los niños eran separados en grupos según su destreza en la música. Es por ello que este tipo de estudio tiene sus detractores, porque parece no tener en cuenta que el talento natural, lo que algunos consideran tener un don, es un factor mucho más importante que el número de horas que le dedicamos a la tarea que queremos perfeccionar.
Y lógicamente, cuando hablamos de talento, no podemos obviar que los resultados serán completamente diferentes. Pero esto no debe desilusionarnos en nuestro objetivo de convertirnos en expertos en nuestro campo. Al final, cuando ponemos ciertas excusas, es a veces porque llegar al objetivo no es tan importante como nos planteamos en un inicio.
La regla de las diez mil horas aplicada a la fotografía no implica talento, pero sí que te lleva al éxito. Pese a los detractores de esta teoría, cuando uno es capaz de sacrificar su tiempo en favor de una tarea, llega a automatizar comportamientos, llega a ver más allá y puede suplir la falta de talento con experiencia.
”Mirar fotografías antiguas es una forma de aprender, porque la inocencia del principio no la compartirías ahora
La experienciaFotografía de los inicios
Quiero empezar
La regla de las diez mil horas aplicada a la fotografía la podemos establecer en cualquier momento. Nunca es tarde para aprender a hacer algo, reconvertirnos y disfrutar de nuestra pasión. Existe gente que a los 30 comienza a disfrutar de su hobby de una manera mucho más organizada, llevando esa pasión a horas de auténtico trabajo, de formación, de esfuerzo y de perseverancia. Cuantas más horas le dedicas, más virtuoso llegas a ser.
Existen casos de auténtico éxito debido a horas y horas de trabajo. Nunca podrás llegar a suplir el talento que no tienes, pero sí que puedes llegar a sobresalir sobre los demás con esfuerzo y dedicación. Cuantas más fotografías haces, cuanto más practicas, cuanto más investigas, lees y estudias, mejor fotógrafo puedes llegar a ser.
Conclusión
Aquí podéis ver algunas de mis fotografías antiguas. Aprovechaba cualquier momento para hacer fotografías, desde ir al taller, pasar por un parque cerca de casa o incluso parar a gente por la calle para preguntar si pudiera tomar una fotografía. Las dos personas de la portada de esta fotografía estaban tranquilamente en cruzando por el túnel y me decidí a preguntar, ellos, con gran amabilidad posaron para mi. Yo en aquél entonces no tenía apenas nociones de fotografía, y menos con gente, pero la experiencia me valió enormemente. La historia que vengo a contar es que, cuando tienes interés en algo, le dedicas tiempo y esfuerzo, puedes llegar a donde quieras.