¿Has sentido alguna vez que no tienes suficiente tiempo como freelance?
¿Notas que pasas de una cosa a la siguiente y que siempre llegas tarde?
¿Quieres saber la razón? Simplemente es que no te esfuerzas
Bueno no, bromeaba, no sé si te esfuerzas lo suficiente o no. Seguramente el 90% de las personas que lean esto no se esfuerzan lo suficiente, pero no creo que sea tu caso, seguro que tú te esfuerzas de verdad, por eso estás leyendo esto.
Seguramente estés cometiendo los mismos errores una y otra vez sin saber cómo hacer para solucionarlo.
Por naturaleza, en la sociedad que vivimos, somos nefastos organizando nuestro tiempo e intentando prever cuánto nos va a llevar hacer las cosas. Incluso cuando siendo freelance, no somos capaces de organizar nuestro tiempo.
Si un amigo te manda un mensaje diciendo que estés en dos minutos abajo, seguramente tardes diez y si estás en el sitio y te llaman para comentarte que llegan diez minutos tarde, seguramente sean treinta. Muchas veces esto es porque tu amigo tiene que justificarse o simplemente quiere sentirse mejor por llegar tarde.
Por eso la conclusión a la que debemos llegar es, planifica para lo que no puedes planificar. Porque si algo nos ha enseñado la experiencia es que lo inesperado es esperable.
Y es aquí donde entro yo a pensar en mi negocio, y me doy cuenta de que muchas veces no tengo tiempo para lo que necesitaría hacer. El tiempo cuando eres freelance es algo que se valora doble.
Por eso creo que nos estamos engañando muchas veces, como autónomos no debemos decir que sí a todo lo que nos proponen o quisiéramos hacer y menos hacerlo sin una recompensa acorde.
¿Cómo hago para tener más tiempo?
Es entonces cuando piensas que no somos robots. Pero, ¿y si lo fuéramos?
Imagina por un momento que fueras un ordenador, con las mismas capacidades que tienes como ser humano, pero planteando tus problemas de tiempo de una manera más lógica.
Entonces deja que te lleve a imaginarte cómo funcionaría todo… te llegaría información a través de diferentes fuentes, pero tendrías una forma de afrontarlos completamente diferente, generarías un «Buffer», que es algo así como un colchón de información para utilizar cuando tuvieras tiempo y pudieras procesar dicha información.
Piensa en cómo funcionan los contenidos streaming, el ordenador pre-carga contenido y lo almacena en una barra gris que luego se reproduce. Probablemente esto muchos lo tengamos en el olvido, pero si eres Millenial o andas cerca, te acordarás de lo que suponía ver un vídeo en internet en 2006 y lo increíble que era ver la barra gris avanzar por la pantalla.
Además de tener un sistema «buffer«, también dispondríamos de una memoria caché, para acciones que vayamos a repetir de manera constante y que seguramente nos facilite la vida a la hora de ahorrar tiempo y esfuerzo en nuestro trabajo.
Sé que suena a perogrullada, pero tener toda la información de facturación y una serie de plantillas extras para nuestro día a día, nos puede ahorrar ese momento en el que estás al borde del llanto días antes de entregar el trimestre.
Poniendo en marcha nuestro sistema buffer
Lo complicado de todo esto es hacer que funcione ese «buffer» y esa memoria caché.
Cuando Google indica que tardas 18 minutos en llegar a tu destino, sales con 18 minutos de antelación y ese es el primer error a subsanar. Cuando Google te indica que tardas 18 minutos en llegar; sal de casa con 25 minutos de antelación y llévate una libreta contigo, esos 7 minutos que tomas ventaja serán 4, el metro parará más tiempo en Plaza de Castilla y cuando llegues y tengas 4 minutos podrás aprovecharlos para hacer la lista de la compra o escribir un artículo de tu blog o llamar a ese colega tuyo al que siempre dices que se te ha olvidado llamar porque no tienes tiempo.
Lo que a veces no nos damos cuenta es de que 4 minutos son la diferencia entre llegar nervioso a una reunión o serenarte y prever cómo será todo. Hacerte un croquis de cómo será la conversación y aplacar cualquier respuesta.
Por supuesto no somos robots, y menos mal. Pero esos conceptos existen, el ser previsor, el hacer las cosas con mayor margen, nos va a ayudar a afrontar situaciones complejas con acierto.
Conclusión
-Buffer y Caché-
Como conclusión ante nuestra falta de tiempo, échale imaginación y atrévete a decir que no. Piensa dos veces antes de aceptar. Escribe tus presupuestos, ejecuta las cláusulas que escribas en ellos y se firme ante cualquiera que pretenda hacer que tu tiempo sea suyo.
Si de algo nos morimos es de falta de tiempo, porque no sé cómo lo hacemos, pero siempre tenemos poco y hay que saber aprovecharlo.